La Protección Contra incendios o PCI es el conjunto de medidas que se disponen en los edificios para protegerlos contra la acción del fuego. Este tipo de sistemas pueden ser de dos tipos, los sistemas de protección pasivos (compartimentación y sectorización, protección estructural, reacción al fuego de los materiales), que se caracterizan por evitar que un fuego se produzca, o en caso de que se produzca, evitar su expansión. Por otro lado, están los sistemas de protección activa (detectores, rociadores, extintores, bies, etc.), que se utilizan cuando el fuego se ha producido, es decir, no evitan que aparezca, pero se encargan de terminar con él.

Habitualmente se combinan ambos sistemas de PCI en todos los edificios. Para que la protección dure en el tiempo, estos sistemas deben estar sometidos a mantenimiento periódicamente según la normativa y sustituirlos en caso de deterioro (golpes, desprendimiento, modificaciones) o al finalizar su vida útil.

Los equipos y sistemas de protección activa se rigen por el Reglamento de Instalaciones de Protección Contra Incendios (RIPCI), que exige el mantenimiento trimestral, semestral, anual, así como unos requisitos para las empresas que realizan la instalación y el mantenimiento, garantizando de esta forma la profesionalidad y la especialización. Sin embargo, no hay una normativa que regule la protección pasiva, lo cual no quiere decir que estos sistemas se instalen y no necesiten nada más. Las instalaciones de protección pasiva necesitan igualmente de mantenimiento y sustitución en caso de deterioro.

Somos empresa mantenedora de PCI y realizamos dos tipos de mantenimiento le preventivo y el correctivo.

Estos son
Nuestros Cursos

¡Entra!!